Luisa Cáceres de Arismendi.
Luisa Cáceres de Arismendi (Caracas, 25 de septiembre de 1799 - Caracas, 28 de junio de 1866).
María Luisa Cáceres Díaz (conocida por la historia como Luisa Cáceres
de Arismendi) es uno de los personajes femeninos más insignes y heroína
de la gesta de independencia de Venezuela. Esposa del General Juan Bautista Arismendi.
Datos personales.
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Nacimiento:
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25 de septiembre de 1799.
Caracas, Venezuela. |
Fallecimiento:
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2 de junio de 1866 (66 años).
Caracas, Venezuela. |
Luisa
Cáceres De Arismendi nace en Caracas
– Venezuela
el día 25 de septiembre de 1799, hija primogénita del
matrimonio formado por el distinguido pedagogo José Domingo Cáceres, de
origen canario, y su esposa Doña Carmen Díaz fue
bautizada en la Iglesia Santa Rosalía. Su
padre, profesor de latín, se ocupó de enseñarle a leer y escribir, así como los
principios y normas morales puestos a prueba durante los años de cautiverio y
destierro de la joven patriota. Tuvo dos hermanos que la seguían se llamaban
Félix y Manuel Cáceres.
Es
educada para ejercer el sagrado ministerio de esposa y de madre. Por el atraso
en que se encontraba la instrucción pública Colombiana de 1813 en esa época, su
espíritu no fue cultivado, aprendiendo solamente a leer y a escribir y todas
aquellas normas de sociabilidad que trasmitían los padres a los hijos desde
lejanos tiempos. Pero a pesar de su escasa instrucción Luisa pudo elevarse a su
destino y perfeccionarse moralmente durante su infancia.
Desde muy
temprana edad Luisa Cáceres se distinguía por su hermosura. De estatura mediana
y bellas facciones, llamaba la atención por su porte y gentileza. En la nochebuena
de 1813, Luisa Cáceres conoce a Juan Bautista Arismendi, militar republicano y
viudo, quien quedó impresionado con la personalidad de la joven. Sin embargo,
deben separarse ante la necesidad inminente del militar en la Isla de Margarita, pero no por mucho tiempo. En el año de 1814, antes de
cumplir los quince años de edad fue solicitada en matrimonio ante sus padres
por un joven patriota, el entonces Coronel Juan Bautista Arismendi, viudo hacía pocos
años de Doña María del Rosario Irala.
Tragedia familiar.
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Por otra
parte las sucesivas derrotas y la ofensiva de José Tomás Boves y de su “Legión infernal”
obligan a las fuerzas patriotas a abandonar la plaza de Caracas; el 7 de julio
de 1814 se emprende la retirada a oriente comandada por Simón Bolívar y José Félix Ribas (hecho conocido en la historia
venezolana como Emigración a Oriente); entre los emigrados
marcha la familia Cáceres, durante la travesía mueren 4 tías de Luisa y sólo
quedan ella, su madre y un hermano menor. Los emigrados pasan por Barcelona y
se dirigen a Cumaná
a donde llegan a fines de agosto, pero la calma será por poco tiempo ya que
Boves toma la ciudad.
Muchos de
ellos consiguen pasar a Margarita donde Arismendi puede ofrecerles alguna
seguridad. El coronel Arismendi busca a la familia Cáceres, a quienes había
conocido y frecuentado por algún tiempo en Caracas en la Navidad de 1813, les
proporciona vestido, alojamiento y demás recursos necesarios. El día 4 de
diciembre de 1814 Luisa Cáceres contrae matrimonio con el coronel Juan Bautista Arismendi.
Presidio en La Isla de Margarita.
| El Castillo Santa Rosa. |
| Castillo San Carlos de Borromeo. |
Un centinela vigila hasta sus menores movimientos, y es obligada a comer el rancho que le dan como único alimento. Luisa permanece sentada noche y día sin moverse para no llamar la atención del celador. Un día el capellán de la fortaleza de regreso de sus oficios pasa por su puerta y se queda contemplando aquella mujer en actitud de vencida, de humillada. Movido a compasión por su estado logra que le lleven comida de su propia casa, que le supriman el centinela y que le coloquen una luz que ilumine el calabozo durante la noche.
Las
acciones militares de Arismendi le permiten hacer prisioneros a varios jefes
españoles entre ellos al comandante Cobián, de la fortaleza de Santa Rosa por
lo cual el jefe realista Joaquín Urreiztieta propone a Arismendi canjear esos
prisioneros por su esposa, tal ofrecimiento no es aceptado y el emisario recibe
por respuesta: «Diga al jefe español que sin patria no quiero esposa». A partir
de aquel momento empeoran las condiciones del cautiverio y se desvanece la
posibilidad de libertad al fracasar los patriotas en un intento de asalto de la
fortaleza. Habiendo trascurrido un mes desde su prisión oye una noche una gran
alarma y se da cuenta de que se prepara un asalto al cuartel. La lisonjea la
esperanza de un triunfo de los suyos pero al amanecer, cuando todo está en
calma, sólo oye los lamentos de los moribundos y de los heridos de la refriega.
Horas más tarde los soldados la sacan de su prisión para pasearla sobre la
explanada del cuartel, donde han sido fusilados los infelices prisioneros.
Luisa tiembla ante la idea de que ella también va a ser sacrificada, pero
estaba equivocada: el objeto de sus verdugos era que se paseara por sobre los
cadáveres de los patriotas fusilados, que caminara por sobre aquellos cuerpos
sin vida que habían tenido la osadía de querer libertarla. La sangre derramada
va a desembocar en el aljibe de la prisión y a Luisa la obligan a calmar su sed
con aquella agua putrefacta y pestilente mezclada con la sangre de los suyos.
El 26 de enero de 1816, Luisa da a luz una niña que muere al nacer dadas las
condiciones del parto y del calabozo en el cual se encontraba prisionera.
Traslado a la prisión de la
Guaira.
Los
brigadieres Juan Bautista Pardo y Salvador Moxó ordenan que se traslade a la
detenida al fortín de Pampatar donde permanece algunos días, luego es trasladada a
la prisión de La Guaíra y posteriormente al convento de la Inmaculada
Concepción en Caracas,
donde ingresa como prisionera el 22 de marzo de 1816. Durante todo este tiempo
se le mantiene incomunicada y sin noticias de sus familiares. Los triunfos de
las fuerzas republicanas comandadas por Arismendi en Margarita y por el general
José Antonio Páez en Apure determinaron que el
brigadier Moxó ordenara el traslado de Luisa a Cádiz, por tal razón es llevada
de nuevo a la prisión de La Guaira el 24 de noviembre de 1816 y embarcada el 3
de diciembre. En alta mar son atacados por un buque corsario que se apodera de
todo el cargamento y los pasajeros son abandonados en la isla de Santa María en
las Azores.
Estancia en Cádiz.
Imposibilitada
de regresar a Venezuela, Luisa llega a Cádiz el 17 de enero de 1817. Es
presentada ante el capitán general de Andalucía, quien protesta por la
arbitraria decisión de las autoridades españolas en América y le da la
categoría de confinada, le asigna una pensión de 10 reales en vellón diarios y
confía su protección al médico José María Morón y su esposa Concepción Pepet,
luego que pagan una fianza y se comprometen a presentarla mensualmente ante el
juez de alzada. Durante su permanencia en Cádiz, se negó a firmar un documento
donde manifestaba su lealtad al Rey de España y renegaba de la filiación
patriota de su marido a lo cual respondió que el deber de su esposo era servir
a la patria y luchar por libertarla. El destierro transcurre sin noticias de su
madre y su esposo. En marzo de 1818 el teniente Francisco Carabaño y el inglés
Mr. Tottem se ofrecen para ayudarla a trasladarse a América; se hacen todos los
preparativos pertinentes para la fuga y la joven promete que su esposo pagará
todos los gastos al arribar a tierra margariteña. Se despide de la familia
Morón y emprende viaje a bordo de una fragata de bandera norteamericana.
Llegada a Filadelfia.
El 3 de
mayo de 1818 llega a Filadelfia donde conoce a la familia del almirante
patriota Lino Clemente, emigrados a Estados Unidos, quienes le brindan amistad
y apoyo. El coronel Luis Rieux, comisionado por Arismendi, visita a Luisa y se
encarga de su traslado a Margarita a donde llega el 26 de julio de 1818.
Posteriormente, el 19 de septiembre de 1819, el Consejo de Indias dicta una
resolución mediante la cual se le concedía absoluta libertad y facultad de
fijar su residencia donde quisiera. Residió en Caracas hasta el día de su
muerte el 28 de junio de 1866, después de haber visto a su patria libre y la
bandera de la libertad ondeando en la América antes española.
Honores.
- Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional el 24 de agosto de 1876 convirtiéndose en ser la primera mujer cuyos restos reposan en el más alto altar de la Patria.
- En la actualidad en la ciudad de Caracas un instituto técnico tiene su nombre "Instituto Técnico Luisa Cáceres de Arismendi".
- En la ciudad de la Asunción capital del Estado Nueva Esparta existe la plaza Luisa Cáceres de Arismendi.
- Existe el Hospital Pediátrico Luisa Cáceres de Arismendi, en el Complejo Hospitalario José Ignacio Baldo en Caracas.
- Su busto es la imagen del billete de 20 bolívares fuertes (BsF. 20) en el sistema monetario actual de Venezuela.
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