Entradas populares

sábado, 25 de febrero de 2012

Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho".

 Antonio José de Sucre.

                                                                         
Antonio José de Sucre y Alcalá, el «Gran Mariscal de Ayacucho» (Cumaná, estado Sucre; Venezuela, 3 de febrero de 1795 – Montañas de Berruecos, La Unión (Nariño); Colombia, 4 de junio de 1830), fue un político, estadista y militar venezolano, Oficial (general en jefe) del Ejército de Venezuela, Colombia y Ecuador, Gran Mariscal de Ayacucho (Perú). Presidente de Bolivia. Hijo del teniente Vicente de Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá y Sánchez. Se le considera el militar más completo y cabal de los próceres de nuestra Independencia. Fue un paradigma en el estricto cumplimiento de su deber; era inflexible, duro y justo. Su padre, sus 2 abuelos y 4 bisabuelos y los más de sus tatarabuelos, fueron militares.

Los primeros años.

Perdió su madre a los 7 años. De adolescente fue enviado a Caracas al cuidado de su padrino el arcediano de la catedral, presbítero Antonio Patricio de Alcalá, para iniciar estudios de ingeniería militar en la Escuela de José Mires. Estudió matemáticas y fortificaciones en la escuela de Ingenieros de Caracas en 1808. En 1809, con su hermano Pedro y otros jóvenes, integró como cadete la compañía de Húsares Nobles de Fernando VII, en Cumaná, unidad organizada por Juan Manuel de Cajigal y Niño, gobernador de la provincia de Cumaná.

 En 1810, la Junta de Gobierno de Cumaná le confiere el empleo de subteniente de milicias regladas de infantería. Este grado fue ratificado por la Junta Suprema de Caracas el 6 de agosto de ese mismo año. En 1811 desempeña en Margarita el cargo de comandante de ingenieros. El 31 de julio de ese año recibió el despacho de teniente. En 1812 se halla en Barcelona, en calidad de comandante de la artillería. Allí, el 3 de julio del citado año, junto con otros ciudadanos notables, firmó el acta de la junta de guerra que se reunió aquel día para resolver lo conducente a la seguridad de la República, a raíz de los acontecimientos en Caracas (ofensiva de Domingo de Monteverde) y la ocupación de Cúpira por un grupo de partidarios de Fernando VII.

Tras la capitulación del general Francisco de Miranda regresó a Cumaná, donde el nuevo gobernador realista Emeterio Ureña le extendió el pasaporte para que se trasladase a Trinidad; pero no consta que hiciera uso de dicho documento. En 1813, bajo las órdenes del general Santiago Mariño, integra el grupo de republicanos conocido como los "libertadores de oriente" y participa en las operaciones para la liberación de aquella parte de Venezuela. En 1814, asiste a la conjunción de las fuerzas de oriente con las de occidente en los valles de Aragua. Ese año, su hermano Pedro fue fusilado en La Victoria por los realistas; y víctimas de José Tomás Boves mueren en Cumaná sus hermanos Vicente y Magdalena. No menos de 14 parientes inmediatos perecerán en la Guerra de Independencia. En 1815, tras combatir bajo las órdenes del general José Francisco Bermúdez en Maturín, pasa a Margarita y escapando del general Pablo Morillo, sigue a las Antillas y Cartagena. En 1816, Mariño lo nombra jefe de su Estado Mayor y lo asciende a coronel. Este mismo jefe lo designa en 1817 comandante de la provincia de Cumaná. Ese año, después del Congreso de Cariaco(8 mayo) desconoce la actuación de dicho cuerpo colegiado y la autoridad de Mariño y se traslada a Guayana, donde se pone bajo las órdenes de Simón Bolívar. El 17 de septiembre de ese mismo año recibió de Bolívar la designación de gobernador de la Antigua Guayana y comandante general del Bajo Orinoco; y también el encargo de organizar un batallón con el nombre Orinoco.

Empezaba su carrera de gobierno en la cual desempeñaría todos los cargos de la Administración civil hasta presidente de la República en Bolivia. El 7 de octubre de 1817 recibió el nombramiento de jefe de Estado Mayor de la división de la provincia de Cumaná, bajo las órdenes del general Bermúdez, nombrado comandante de la citada gran unidad. Estos nombramientos tenían, además la finalidad de reducir la disidencia que reinaba en Cumaná. En agosto de 1819 fue ascendido a general de brigada por el vicepresidente de Venezuela, Francisco Antonio Zea; grado que será ratificado por Bolívar el 16 de febrero de 1820. Viaja a las Antillas comisionado para adquirir material de guerra; misión que cumple con éxito. Ese mismo año desempeña, interinamente, la cartera de Guerra y Marina y es jefe titular del Estado Mayor General.

Independencia de Ecuador, Perú y Bolivia.


Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822. Con esta victoria de Sucre se consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y quedó el camino listo para la batalla contra las últimas fuerzas realistas que quedaban en el Perú (país donde José de San Martín había declarado la Independencia el 28 de julio de 1821). Tras una reunión en Guayaquil entre Simón Bolívar y San Martín, este último cede parte de su ejército al primero, y se retira definitivamente de las batallas de la emancipación hispanoamericana. Así, Sucre llegó y entró en Lima en 1823, precediendo a Bolívar. El 1 de diciembre de 1823 llegó a Yungay, estableciéndose en él por ser el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus inmediaciones a los batallones "Voltigeros" y "Pichincha" a los que la población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Huánuco. Participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano. El Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejércitos. 

Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822. Con esta victoria de Sucre se consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y quedó el camino listo para la batalla contra las últimas fuerzas realistas que quedaban en el Perú (país donde José de San Martín había declarado la
Comenzó entonces la campaña de liberación de Ecuador, que tuvo su culminación en la batalla de Pichincha librada el 24 de mayo de 1822. Con esta victoria de Sucre se consolidó la independencia de la Gran Colombia, se consumó la de Ecuador y quedó el camino listo para la batalla contra las últimas fuerzas realistas que quedaban en el Perú (país donde José de San Martín había declarado la Independencia el 28 de julio de 1821). Tras una reunión en Guayaquil entre Simón Bolívar y San Martín, este último cede parte de su ejército al primero, y se retira definitivamente de las batallas de la emancipación hispanoamericana. Así, Sucre llegó y entró en Lima en 1823, precediendo a Bolívar. El 1 de diciembre de 1823 llegó a Yungay, estableciéndose en él por ser el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus inmediaciones a los batallones "Voltigeros" y "Pichincha" a los que la población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Huánuco. Participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano. El Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejércitos. 
 Tras una reunión en Guayaquil entre Simón Bolívar y San Martín, este último cede parte de su ejército al primero, y se retira definitivamente de las batallas de la emancipación hispanoamericana. Así, Sucre llegó y entró en Lima en 1823, precediendo a Bolívar. El 1 de diciembre de 1823 llegó a Yungay, estableciéndose en él por ser el punto céntrico del acantonamiento. Acomodó en sus inmediaciones a los batallones "Voltigeros" y "Pichincha" a los que la población avitualló y pertrechó hasta ponerlos en condiciones de marchar el 25 de febrero hacia Huánuco. Participó junto a Bolívar el 6 de agosto de 1824 en la batalla de Junín y, el 9 de diciembre del mismo año, venció al virrey La Serna en Ayacucho, acción que significó el fin del dominio español en el continente sudamericano. El Parlamento peruano lo nombró Gran Mariscal y General en Jefe de los Ejércitos.

Al frente de éstos se marchó al Alto Perú, donde, junto a los líderes libertarios, fundó la República de Bolívar (después denominada República de Bolivia) en homenaje al Libertador, a quien encargó la redacción de su Constitución, la cual fue promulgada en 1826 bajo la premisa de ser "la Constitución más liberal del mundo." Al frente del Gobierno boliviano, Sucre promulgó leyes progresistas; ejecutó la división política del país de acuerdo a la Constitución propuesta por Simón Bolívar; impulsó la instrucción pública; organizó el aparato administrativo; y, encaminó ambiciosos programas para la recuperación económica. El 18 de abril de 1828, estalló un motín en Chuquisaca. El Mariscal Sucre fue herido de dos balazos. Este incidente ocasionó que el Mariscal tomara la decisión de abandonar el cargo de Presidente de Bolivia para evitar rencillas y contribuir a la pacificación de la República. La Asamblea local lo nombró presidente vitalicio, pero dimitió en 1828 a raíz de los motines y la presión de los peruanos opuestos a la independencia boliviana. Se retiró entonces a Ecuador acompañado de su hija y de su esposa, la marquesa de Solanda. 


Campaña del Ecuador.

 El 11 de enero de 1821, en Bogotá, Sucre fue nombrado por Bolívar comandante del Ejército del Sur, en reemplazo del general Manuel Valdés; era la fuerza que, desde 1820, operaba en Popayán y Pasto. No recibió Sucre el cargo porque razones de índole estratégica y política hicieron que Bolívar anulase tal designación y le diese comisión para marchar a Guayaquil, donde reemplazaría al general José Mires y asumiría la misión que se le había encomendado: la de hacer que la provincia (la cual se había independizado de los españoles en octubre de 1820) se incorporase a la República de la Gran Colombia y tomar el mando de las tropas que hubiese en Guayaquil, como pasos previos para la liberación de Quito, que era el propósito principal de las operaciones que se ejecutasen. El 6 de abril llegó Sucre a Guayaquil y al presentarse ante la Junta de Gobierno, expuso la razón de su presencia allí y de la idea de una unión de la provincia con Colombia. El 15 del mismo mes fue celebrado un tratado entre Sucre (por Colombia) y José Joaquín de Olmedo, Francisco Roca y Rafael Jimena, miembros de la Junta. El tratado estipulaba que Guayaquil mantendría su soberanía, pero bajo la protección de Colombia. En aquella oportunidad Sucre quedó facultado para abrir la campaña contra los realistas, y con tal motivo, Guayaquil le ofreció todos los recursos disponibles para liberar a Quito.

El 19 de agosto de 1821 se da la Batalla de Yaguachi (o Batalla de Cone) entre tropas independentistas guayaquileñas de la División Protectora de Quito y refuerzos gran colombianos, liderados por Sucre contra las tropas realistas del coronel Francisco González. Sucre vence a los españoles y aseguró la independencia definitiva de la Provincia Libre de Guayaquil.Las tropas de Sucre tras haber vencido en Yaguachi avanzan hacia Quito, los españoles al mando del mariscal de campo Melchor de Aymerich los seguían de cerca y se posicionaron en un terreno llamado Huachi donde ya habían derrotado a fuerzas guayaquileñas un año atrás. El 12 de septiembre de 1821 luego de un breve contacto entre ambas fuerzas, los españoles pretendieron huir. El General José Mires permitió a los batallones Albión y Guayaquil perseguir a los realistas, pero estos fueron atacados por la caballería e infantería realista que dio vuelta y cercó a los batallones patriotas. Con el ejército patriota en desorden y Sucre herido, los patriotas retornaron a Guayaquil dejando en el campo de batalla a muchos hombres y pertrechos. Los realistas lograron salvar así a Quito del ataque de los independentistas.


La batalla del Pichincha.

La Batalla del Pichincha ocurrió el 24 de mayo de 1822, en las faldas del volcán Pichincha, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, cerca de la ciudad de Quito, en el Ecuador actual. El encuentro, que ocurrió en el contexto de las Guerras de Independencia Hispanoamericana, enfrentó al ejército independentista bajo el mando del General Venezolano Antonio José de Sucre y al ejército realista comandado por el Mariscal de Campo Melchor de Aymerich. La derrota de las fuerzas realistas leales a España condujo a la liberación de Quito y aseguró la independencia de las provincias que pertenecían a la Real Audiencia de Quito, también conocida como la Presidencia de Quito, la jurisdicción administrativa colonial española de la que eventualmente emergió la República del Ecuador. Cuando amaneció, sin que Sucre lo supiera, los centinelas posicionados cerca de Quito avistaron a las tropas Patriotas ascendiendo por las laderas del Pichincha. Aymerich, entonces consciente de la intención de Sucre de flanquearlo por medio del ascenso al volcán, ordenó a su ejército de 1.894 hombres ascender la montaña lo más pronto posible, para enfrentar ahí a Sucre. 


A pesar de que en el contexto de las Guerras de Independencia de América la Batalla de Pichincha figura como un conflicto menor, tanto en términos de su duración como del número de combatientes, sus consecuencias fueron bastante significativas. El 25 de mayo de 1822 Sucre entró con su ejército en la ciudad de Quito, donde aceptó la rendición de todas las tropas españolas establecidas en el territorio que el gobierno de Colombia llamaba "Departamento de Quito", al considerarlo como parte integral de la República de Colombia desde su creación el 17 de diciembre de 1819.

Cuando Sucre recapturó Cuenca el 21 de febrero, obtuvo de su Consejo local un decreto en el cual se proclamaba la integración de su ciudad y provincia a la República de Colombia. Entonces, con la rendición de Quito, que a su vez puso fin a la resistencia Realista en la provincia norteña de Pasto, Bolívar pudo entrar en la ciudad, como finalmente lo hizo el 16 de junio de 1822. Entre el entusiasmo general de la población, la antigua Provincia de Quito fue incorporada a la República de Colombia. Por su parte Guayaquil, que aún no decidía su futuro, con la presencia tanto de Bolívar como del victorioso ejército Gran colombiano en su territorio, proclamó la incorporación de Guayaquil a la Gran Colombia el 13 de julio de 1822. 


La Capitulación de Pichincha.
A las doce del día bajo un sol resplandeciente, los soldados de la libertad en la cima del Pichincha a más de 3000 metros de Altura dieron el grito de victoria. La victoria fue de Sucre, la cual fue completada con la capitulación que el jefe patriota concedió al Mariscal Aymerich el 25 de mayo del mismo año. Con las operaciones cuyas acciones finales se produjeron en las faldas del Pichincha y en la ciudad de Quito, Sucre decidió a su favor la vacilante y delicada situación de Guayaquil; dio libertad al territorio que conforma hoy la República de Ecuador, y facilitó su incorporación a la Gran Colombia. El 18 de junio de ese año, Bolívar le asciende a general de división y lo nombra intendente del departamento de Quito. Al frente de los destinos de Ecuador desarrolla una positiva obra de progreso: funda la Corte de Justicia de Cuenca y en Quito el primer periódico republicano de la época: El Monitor. Instala en esa ciudad la Sociedad Económica. De su actividad personal es buena prueba que, el 6 de septiembre de 1822 expidió y firmó en Quito 52 comunicaciones. Interesado por la educación puede afirmar que halló en Cuenca 7 escuelas y dejó 20.

La batalla de Junín.

La batalla de Junín, fue uno de los últimos enfrentamientos, que sostuvieron los ejércitos realistas e  independentistas, en el proceso de la independencia del Perú. La batalla se desarrolló en la pampa de Junín en el actual departamento de Junín, el 6 de agosto de 1824; la victoria de los independentistas, aumentó la moral de las tropas independentistas. En el año 1824 los realistas mantenían en su poder la sierra central y el Alto Perú (hoy Bolivia). Simón Bolívar, Libertador y Presidente de la Gran Colombia continuó la guerra de emancipación con el Perú. Bolívar tenía un ejército de 8.000 hombres, equivalente en número al realista, pero las fuerzas realistas estaban dispersas entre el valle del Mantaro y Alto Perú. Esto fue debido a la sublevación en el Alto Perú del General Realista Olañeta que fracturo la defensa del virreinato y obligó al virrey a mandar sobre el Alto Perú parte importante de sus ejércitos, unos 5.000 regulares, bajo el mando de Jerónimo Valdez que tenían su base en Puno. Bolívar conocedor de esta ventaja aprovechó la oportunidad para aislar a las solitarias fuerzas realistas situadas en el norte. En junio de 1824, Bolívar enfila su ejército hacia la sierra central del Perú para enfrentarse con el general realista José de Canterac.

El panorama no podía ser más sombrío para los patriotas. La independencia del Perú no estaba consolidada, ya que el 29 de febrero de 1824 los realistas lograron ocupar nuevamente Lima. Pero esta vez, las conmociones políticas que vivía España influyeron decididamente para el fraccionamiento de las tropas españolas en América. El general Pedro Antonio Olañeta, absolutista recalcitrante, se rebeló contra el virrey La Serna, que era de tendencia liberal y constitucionalista, porque le atribuía a este el deseo de separarse de la monarquía para liberar a Perú del absolutismo que quería imponer Olañeta. Bolívar, encontró a los realistas divididos y organizó prontamente un ejército formado por colombianos. La batalla de Junín del 6 de agosto de 1824 levantó la moral del ejército patriota, fue decisiva en la siguiente batalla de Ayacucho. El general Sucre, que marchaba al frente de la infantería, cuando llegó al campo de Junín escuchó los gritos de alegría por el triunfo. Todo el enfrentamiento duró aproximadamente cuarenta y cinco minutos a una altura de 4.100 metros sobre el nivel del mar. El triunfo en la Pampa de Junín haría renacer la moral entre el ejército unido. Gracias a las lanzas de los llaneros Gran colombianos (Colombianos y Venezolanos), que brillaron en los Nevados Andes peruanos. 


La batalla de Ayacucho.

La Batalla de Ayacucho, fue el último gran enfrentamiento dentro de las campañas terrestres de las Guerras de Independencia Hispanoamericana (1809-1826). La batalla se desarrolló en la Pampa de la Quinua en el departamento de Ayacucho, Perú, el 9 de diciembre de 1824. La victoria de los independentistas, significó la desaparición del último virreinato que seguía en pie, el del Perú, y puso fin al dominio colonial español en Suramérica; se cerraba la Independencia del Perú (la cual ya había sido declarada en Lima, el 28 de julio de 1821 por José de San Martín). Así finalizaban las batallas de la independencia del Perú, con una capitulación militar que se transformaría años más tarde en tratado diplomático firmado en París el 14 de agosto de 1879. Antes del inicio de la batalla, el general Antonio José de Sucre arengaba a sus tropas:
"¡Soldados!, de los esfuerzos de hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar vuestra admirable constancia. ¡Soldados!: ¡Viva el Libertador! ¡Viva Bolívar, Salvador del Perú!."
Antonio José de Sucre.

El dispositivo organizado por Canterac preveía que la división de vanguardia rodease en solitario la agrupación enemiga cruzando el río Pampas para sujetarla, mientras el resto del ejército realista descendía frontalmente desde el cerro Condorcunca, abandonando sus posiciones defensivas. Sucre se dio cuenta inmediatamente de la arriesgada maniobra, y con la división de Córdova acometió directamente a la masa desorganizada de tropas realistas, que sin poder formarse para la batalla descendían en hileras de las montañas. Los violentos choques de las formaciones de línea empujaron a los dispersos tiradores de la división de Villalobos, quienes arrastraron en su retirada a las masas de milicianos sin que tampoco el grueso de la división de Monet ni la división de Reserva, que permanecían en la montaña, tuvieran alguna oportunidad de participar en la batalla. En el otro extremo, la segunda división de José de La Mar más la tercera división de Jacinto Lara detuvieron juntas la acometida de los veteranos de la división de vanguardia de Valdés. La batalla estaba ganada para los independentistas, el ejército Real del Perú destruido, y el Virrey herido, fue hecho prisionero. A la una de la tarde, la batalla de Ayacucho había terminado con el rotundo triunfo del ejército de la libertad. El telón colonial había cardo para siempre en la pampa de la Quinua, escenario de uno de los momentos estelares de la humanidad. Pero siguieron sucediéndose los duelos de cortesía y de humanidad". Cuando el Virrey La Serna, herido y apresado entregó su espada, el General Sucre la rechazó diciéndole: "Honor al vencido. Que continué en manos del Valiente". Luego, los términos de la Capitulación no pudieron ser más generosos ni caballerosos. Así se mostró que la nobleza y la hidalguía eran tan sudamericanas como españolas.

Bolívar convocaba desde Lima al Congreso de Panamá, el 7 de diciembre, para la unidad de los nuevos países independientes. El proyecto fue ratificado únicamente por la Gran Colombia. Cuatro años más tarde la Gran Colombia a causa de una escasa visión institucional y del personalismo de Bolívar se desmembró siguiendo el proceso desintegrador del movimiento independentista. A raíz de la victoria de Ayacucho, en la que participaron 5.780 soldados, el Mariscal Sucre entra triunfante en el Cuzco y liberta después las provincias del Alto Perú. En 1825 convoca a los representantes de dichas provincias para reunirse en asamblea, y con la aquiescencia de Bolívar ésta decide la creación de Bolivia. Es significativa la obra cumplida por el mariscal Sucre en Bolivia, especialmente en la organización de la Hacienda Pública y de la administración general. Se empeñó en promover la libertad de los esclavos y el reparto de tierras a los indios, y sobre todo en beneficio de la educación y la cultura. Ante el Congreso fue categórico al declarar que: "Persuadido de que un pueblo no puede ser libre, si la sociedad que lo compone no conoce sus deberes y sus derechos, he consagrado un cuidado especial a la educación pública". En el transcurso de las 13 semanas que van del 3 de febrero al 5 de mayo de 1826, dio a Bolivia 13 decretos referentes a la creación de colegios de ciencias y artes, más institutos para huérfanos y huérfanas en todos los departamentos, y a establecer escuelas primarias en todos los cantones de la República. 


Declaración de la independencia de Bolivia.

Convocada nuevamente la Asamblea Deliberante en Chuquisaca por el Mariscal Sucre, el 9 de julio de 1825, y concluida se determinó la completa independencia del Alto Perú, bajo la forma republicana, por soberana de sus hijos. Finalmente, el presidente de la Asamblea José Mariano Serrano, junto a una comisión, redactó el "Acta de la Independencia" que lleva fecha del 6 de agosto de 1825, en honor a la Batalla de Junín ganada por Simón Bolívar. La independencia fue declarada por 7 representantes de Charcas, 14 de Potosí, 12 por La Paz, 13 por Cochabamba y 2 por Santa Cruz. El acta de independencia, redactada por el presidente del Congreso, José Mariano Serrano, en su parte expositiva dice en tono vibrante: Mediante un decreto se determinó que el nuevo estado llevaría el nombre de "Bolívar", en homenaje al Libertador, quien a la vez fue designado "Padre de la República y Jefe Supremo del Estado". Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación de la Presidencia de la República, para cuyo cargo designó al Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre. Pasado un tiempo se volvió a debatir el nombre de la joven nación, y un diputado potosino llamado Manuel Martín Cruz, dijo que al igual que Rómulo viene Roma de Bolívar vendrá Bolivia.


Guerra de la Gran Colombia con el Perú.
La Guerra Gran Colombo-Peruana (1828-1829) fue un conflicto armado que enfrentó a la República de Gran Colombia contra la República del Perú por el dominio de Quito (hoy Ecuador) y otras zonas reclamadas por Perú. Se inició con la Invasión peruana de Bolivia y culmino favorable a los Grancolombianos en la decisiva Batalla de Tarqui. La Batalla del Portete de Tarqui se libró el 27 de febrero de 1829 en el llamado Portete de Tarqui, a pocos kilómetros de Cuenca en Ecuador, entre tropas de la Gran Colombia, comandadas por Antonio José de Sucre, y tropas peruanas comandadas por José de La Mar. Esta batalla la ganaron los Grancolombianos comandados por el Mariscal Antonio José de Sucre.

Tras la independencia definitiva del Perú, el país estaba en buena parte bajo el protectorado de la Gran Colombia por órdenes de Simón Bolívar, que controlaba estrechamente sus asuntos. Además, todavía estaba acantonada en Lima la 3ª División del ejército Grancolombiano que había colaborado en la independencia. Este hecho fue aprovechado por destacados miembros del gobierno y el ejército peruano para eliminar la influencia colombiana, y poder incluir dentro del territorio nacional a la nueva República de Bolivia (el antiguo Alto Perú), así como el departamento colombiano de Azuay (correspondiente a la actual parte meridional del Ecuador, con capital en Cuenca), y la ciudad de Guayaquil, donde una parte influyente de la burguesía apoyaba la incorporación al Perú. En junio de 1827 las elecciones legislativas proclamaron presidente del Perú al general José de La Mar que, residiendo inicialmente en Guayaquil, tenía fuertes intereses comerciales. La Mar organizó dos ejércitos, uno que se dirigió a Bolivia y otro hacia el actual Ecuador. Las negociaciones diplomáticas con Bolívar fracasaron, y en julio de 1828 comenzó oficialmente la guerra. El 28 de noviembre de 1828 La Mar penetró en territorio grancolombiano y ocupó todo el departamento de Azuay, La Mar ocupó también Guayaquil, evacuada por el almirante general grancolombiano Juan Illingworth Hunt a la espera de refuerzos. 
 
Ante la situación el Mariscal Sucre, entonces ya de vuelta a Quito tras renunciar a la presidencia boliviana, concentro el ejército del Sur de la Gran Colombia cerca de Cuenca para presionar a las tropas peruanas, que el 10 de febrero de 1829 habían ocupado Cuenca. Después de un breve encuentro cerca de la población de Saraguro, donde la vanguardia grancolombiana derrotó a un destacamento peruano, el 27 de febrero tuvo lugar el encuentro principal entre los dos ejércitos. Al ejército peruano lo integraban 4.500 soldados y al Grancolombiano tan sólo 4.200. El combate duró media hora en el Portete de Tarqui, donde se cubrió de gloria el ejército colombiano al batir a la vanguardia de 1000 hombres, el 27 de febrero de 1829. La victoria grancolombiana se debió en buena parte al enfrentamiento por separado contra cada batallón del ejército peruano, que en ningún momento actuó de forma unitaria y dejó sus batallones aislados los unos de los otros. El resultado de la batalla obligó a La Mar a aceptar las condiciones de Sucre, establecidas en el Tratado de Girón

La Gran Colombia.
Después de que Sucre acudiera en ayuda de la Gran Colombia, invadida por el peruano nacido en Cuenca, Ecuador, José de la Mar, a quien derrotara en la Batalla del Portete de Tarqui y tras la firma del tratado de Piura, marchó a Bogotá en un momento en que la Gran Colombia se encontraba ya en proceso de desintegración, fundamentalmente por movimientos separatistas como el de la Cosiata en su natal Venezuela. En la reforma constitucional de 1830 en la Gran Colombia, sus enemigos logran poner la norma que para ser presidente o vicepresidente se debían tener 40 años (Sucre tenía 35). Y también es muy probable que esto haya sido la causa de su asesinato. Con Sucre vivo, continuaría la visión política de Bolívar y la unidad de la Gran Colombia.

1 comentario: